viernes, 27 de febrero de 2015

El hombre que vino del frío

Modalidad literaria: Microrrelato
Autor: José Luis Llongo Tatay
Fecha creación:  Enero 2015
Registros P. Intelectual: Safe creative

Parece todo tan extraño. Este apoteósico recibimiento no me lo esperaba.
––¿En qué ciudad estamos?
––En Berlín. Es la capital de Europa.
––Debería de haber preparado un pequeño discurso.
––No importa, la práctica de la  “charlatanería” se abolió en 2051.
Como iba yo a pensar que sería el primer experimento positivo. Y además en una  sociedad tan avanzada. 
––Espero que fuera buena idea criogenizarse.
––De momento, Usted sólo sonría.

viernes, 13 de febrero de 2015

El gran creador

Modalidad literaria: Microrrelato
Autor: José Luis Llongo Tatay
Fecha creación:  Enero 2015
Registros P. Intelectual: Safe creative

No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde. Tal vez ajustar la luz separándola de las tinieblas y ya tenemos el día y la noche. Para mañana alejaré el cielo de la tierra, y con dos pinceladas de estrellas y un poco de agua ya tendré encarrilada la decoración de este pedazo de universo. No creo que me lleve más de siete días, y en todo caso el último lo dedicaré a la vida contemplativa. Lo llamaré Domingo.
––Claro, como tu tío el de Cuenca. Mira cariño, llevas todo el día para dos lámparas y un cuadrito. Acelera y deja de llamarle big bang a nuestro nidito.

domingo, 1 de febrero de 2015

Caramelitos de amor


Estilo: Pop Rock
Autor música y letra: José Luis Llongo Tatay
Voz: Vicente (Confuso laberinto)
Fecha creación: Diciembre 2005
Estudio de grabación y arreglos: Aria (Alboraia)
Registros: Propiedad Intelectual



¡Cómo quieres que me pase la vida a tu lado
como si no tuviera otra cosa que hacer!
Sabes que no soy hombre de una sola mujer.

Deja ya de seguirme los pasos
que prefiero ser ave de paso.

Pero tú ni caso ni caso, 
y de cuando en cuando me sigues dando 
caramelitos de amor.

Me das caramelitos de amor. 
Muy bonito el envoltorio, pero amarga su sabor.

En tus manos yo  me siento  un muñeco de trapo,
como siempre al capricho de tu parecer.
Dime que no haces esto por el puro placer
de tenerme asfixiado en tus brazos.

Y te digo que es esto un fracaso,
pero tú ni caso ni caso, 
y de cuando en cuando me sigues dando 
caramelitos de amor.