Autor: José Luis Llongo Tatay
Fecha creación: Abril 2018
Registros: Propiedad Intelectual
Pesaban
muy poco pero aplastaban sueños; y sus tentáculos forzaban abrazos
asfixiantes acompañados de besos envenenados que abrasaban la piel.
Intrusos que causaban dolor, frustración, ansiedad; sin amnesia ni
bálsamo; y al final una lluvia ácida que desteñía los colores de
un paraíso de juguetes rotos, diluido en un paisaje más propio de
un abismo infernal. Pesaban poco pero nunca se los llevaba el
viento.
Más tarde el implacable progreso de la ciencia se empeñó en abolirlos, pero así también se desactivaron las alarmas sobre aquello que no deberíamos correr el riesgo de volverlo a repetir. Les llamaban “los malos recuerdos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario